Sifón crema Aluminio de Ibili
Un sifón para crema y espumas consiste en un montador de nata al que se le incorpora aire comprimido mediante cargas de N2O. Se puede convertir en espuma casi cualquier mezcla (en forma de puré, salsa, zumo, crema o caldo), dulce o salada y fría o caliente, de forma sencilla: llenar el sifón con la mezcla deseada, enroscar el cabezal, cargarlo con las cápsulas de N2O, agitarlo y listo.
A partir de aquí se abren muchas posibilidades para disfrutar en la cocina; las cremas y espumas obtenidas con el sifón consiguen una textura suave y ligera tanto para platos salados (entrantes, guarniciones) como dulces; el límite está en la imaginación del cocinero. Podemos obtener espumas frías con gelatina, las más ligeras y que ofrecen el sabor y olor más intenso; espumas frías con materia grasa, las más cremosas y pesadas, más cercanas a la mousse clásica; y espumas frías o calientes con claras (por ejemplo, añadiendo una clara de huevo al puré de verduras o la crema de marisco). En las espumas en que prescindimos de lácteos y huevos enteros, además de preservar el sabor auténtico de los ingredientes estaremos reduciendo el consumo de grasas.
Este modelo está fabricado en aluminio, lo que lo hace ligero, de fácil manejo. El cartucho, que proporciona un volumen de espuma 4 veces superior al volumen del liquido introducido, es de acero.
El uso del sifón es sencillo, pero respete siempre las indicaciones que lo acompañan, tenga en cuenta el límite máximo de llenado y las temperaturas. Recuerde colar siempre el preparado que introduce en el sifón para evitar que se obstruya. El cuerpo es apto para lavavajillas, lave el cabezal a mano y limpie cuidadosamente todos los orificios.
El contenido del sifón puede mantenerse en el refrigerador hasta 14 días.
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